El equipo de voluntarios de la Fundación Sarabastall, que ha permanecido en el valle de Hushé desde el pasado día 24 de julio, regresa ya a España. Vuelven satisfechos por el trabajo y con la maleta llena de emociones.

El equipo de voluntarios de la Fundación Sarabastall, que ha permanecido en el valle de Hushé desde el pasado día 24 de julio, regresa ya a España. Vuelven satisfechos por el trabajo y con la maleta llena de emociones.

La distancia y las dificultades de acceso, hacen que los días en el Valle de Hushé siempre sean pocos. En unas horas, de nuevo tomarán un vuelo que les traiga de regreso a España, y podremos compartir imágenes y experiencias, que han sido muchas.

Trabajo sanitario, tanto de atención a la población como de formación. Trabajo con los maestros y gestión de becas. Invernaderos, Refugio-Hotel, coordinación con las autoridades locales y recogida de datos.

Señalar también la importancia de un proyecto de investigación cardiológica que se ha puesto en marcha, y destacar por encima de todo ello, el inicio de un camino que llevará a las mujeres del valle a las cimas más altas. Gracias a Sebastián Álvaro, hemos conseguido que tres chicas de Hushé, regresen a su aldea como protagonistas y que se les mire con admiración, tras alcanzar la cima de una montaña de seis mil metros.

Pero nos consta que el trabajo ha sido mucho más que esta breve reseña. Y además diverso e intenso, estamos seguros que son pequeñas semillas que germinarán ofreciendo al valle una vida mejor.

Y por todo ello, sentimos la alegría del deber cumplido.